jueves, 21 de febrero de 2019

Guabirá, más pena que juego

Hubo un tiempo que Guabirá jugaba bien y ningún equipo salía bien parado de "La Caldera del Diablo"; la mano de “Tucho Antelo”, la confianza de la dirigencia en un proceso serio, la promoción de nuevos valores, el orden táctico y el empuje del equipo hacían que propios y extraños elogiaran el trabajo de un club que logró clasificar dos veces consecutivas a una Copa Sudamericana. De la hinchada ni qué hablar, contenta por todo ese proceso ni Rafael Paz se salvaba de un elogio. Y los tiempos cambian... Los azucareros no conocen la victoria en esta temporada (siete partidos sin ganar), muestra un juego desordenado y falto de jerarquía, además, la indisciplina campea en el vestuario (los jugadores se enojan cuando los cambian y no muestran respeto al técnico) y Ronald Arana ya está en la cuerda floja. ¿El último resultado? Un amargo empate ante Always Ready 1-1 y con la hinchada gritando contra la dirigencia y el equipo.

Rara vez lo que inicia mal acaba bien (casi nunca). "Me sorprendió la decisión de la dirigencia", con estas palabras “Tucho” Antelo daría a conocer que lo borraron de un plumazo a él y a su proyecto en los montereños. Nada raro. Se sabe que en Bolivia a los técnicos disciplinados y con mano dura tienen fecha de caducidad (mandó a Mauricio Chajtur y a Luis Cárdenas a la reserva por indisciplina, además de alejar a Gualberto Mojica). La contratación de Arana fue el 27 de diciembre de 2018 y el campeonato comenzó el 19 de enero. Poco tiempo para armar un equipo de cara para el torneo local y la Sudamericana. Llegaron el argentino Maximiliano Velasco, el uruguayo Diego Acosta, el nacional Diego Zamora y volvieron Mojica, Cárdenas y Chajtur.

En estos casi dos meses de Arana solo se cosecharon cinco empates y dos derrotas, no solo eso, se nota cada vez más las disparidad en el juego partido tras partido, el desorden en el mediocampo, el cansancio de los jugadores y la molestias de estos con los cambios que realiza el entrenador. Con cinco puntos, se encuentran en el penúltimo lugar de la tabla general. Ante Always Ready se vio lo peor de Guabirá en el año.

No tienen nada qué mostrar. "Estamos jugando de local", coreaban los fanáticos al ver el desgano e impresión del equipo de sus amores. El primer tanto fue a los 23' de parte de Jefferson Ibáñez ante la desinteligencia de la defensa paceña. El árbitro no cobró un penal claro a Juan Carlos Montenegro, esto cambiaría el destino del partido pero no disimularía las serias falencias de Guabirá. El intratable Marcos Ovejero emparejó las cosas a los 57' de pelota parada. Los montereños se quedaron sin reacción, con la hinchada gritándoles que se vayan y pidiendo la cabeza de la dirigencia y del técnico.

28 de febrero
enfrentarán a Macará en Montero en el partido de vuelta de la Sudamericana. Están abajo 2-1.

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