Guabirá sacó provecho y venció a Blooming 3-0

Las dos caras de la medalla frente a frente ayer en la ‘Caldera’ de Montero. Guabirá, en plena alza con Álvaro Peña como técnico, y Blooming, en un momento crítico por su mal rendimiento que incluso derivó en la salida del uruguayo Gustavo Díaz. La victoria fue azucarera (3-0), ya que tras un gran trabajo en el complemento se alzaron con un triunfo que no admitió discusión. La gran figura fue el argentino Matías García, autor de dos goles.

En Blooming está claro que las alarmas están prendidas, el equipo volvió a ser el de siempre, sin confianza, impreciso y con tremendas descoordinaciones entre la zona de contención y la última línea. Además, no hace daño, porque Pablo Salinas, Dustin Maldonado y ‘Koke’ Contreras no sorprenden, no generan; en ofensiva deambuló Sergio Almirón, que fue el único atacante.

Para la visita, el primer tiempo no fue tan incómodo como el segundo. Pese a no tener el control del balón se dio modos para inquietar, primero con una arremetida por derecha de Óscar Áñez que definió mal Salinas (12’) y después con un tiro libre de Almirón (34’) que se fue apenas desviado. Pero no fue más, porque Guabirá copó la mitad de la cancha, se adueñó del balón pero no fue venenoso. No hubo conexión entre Matías García y Diego Cabrera y las opciones claras en velocidad se diluyeron.

Avisó Cabrera (21’) definiendo mal ante Vaca y poco después Delio Ojeda (26’) exigió al meta con un cabezazo tras un tiro de esquina. Pero no fue más, ese primer tiempo fue parco, sin vértigo, sin ideas claras. Blooming apostó por cuidar el balón y su rival no fue incisivo cuando tuvo opción de pisar el área rival.

Reacción letal

Si el primer tiempo fue prácticamente aburrido, el segundo comenzó a todo vapor y con Guabirá siendo letal. Cuando apenas se había jugado 40 segundos del complemento, Matías García, casi desde el suelo, remató por encima del arquero y provocó el delirio entre los hinchas. Golazo para el 1-0 y para ratificar que Guabirá quería comerse al rival.

Áñez e Ithurralde se miraban las caras mientras el resto buscaba una explicación. Álvaro Peña ya había introducido a Eduardo Puña por Gary Durán ganando en penetración por derecha. Él fue quien a los 49’ envió un preciso centro al corazón del área que ‘Manacha’ Cabrera no logró definir bien; eso fue un aviso de lo que vino después porque García (53’) con todo el arco a disposición en un contragolpe, puso el 2-0 rematando de frente prácticamente sin ninguna marca.

El gol graficaba las ambiciones de uno y otro dentro de la cancha. Denis Pilet, el suizo preparador de arqueros que fungió como DT interino, había sacado por lesión a Gómez e introducido Sandóval. Blooming estaba en shock y no salió de ahí por su falta de precisión; acabó perdido. Encima, Cabrera (67’) pudo marcar el tercero pero su remate fuerte estando solo ante el arquero fue a parar a una de las curvas.

En cancha, un solo dominador, Guabirá era el amo y señor y lo ratificó con un testerazo de Rodrigo Burgos (70’) para el 3-0 definitivo. No había vuelta, de ahí fue solo a esperar el final del partido. Los azucareros cerraban así una inolvidable tarde, ante un rival que hoy busca por todas partes una explicación. ¿Tendrá la respuesta el DT que venga?