Guabirá aparta del camino a Oriente con garra y efectividad

Pitazo final de Nelio García en el estadio Gilberto Parada. Mientras el rostro de Eduardo Villegas reflejaba amargura, el arquero Roberto Acosta festejaba a todo pulmón con los hinchas de la curva poniente. No era para menos, Guabirá había remontado un partido difícil para vencer (2-1) a Oriente y mantener viva la esperanza de clasificar a una copa internacional. La victoria se construyó con méritos, ya que Guabirá fue más creativo con la pelota, sobre todo en la transición defensa-ataque, y tuvo la capacidad de aprovechar dos errores de la zaga de Oriente. En cambio, el equipo albiverde careció de ideas para lastimar en tres cuartos de cancha y para colmo Eduardo Villegas sacó a dos hombres importantes en ofensiva (José Alí Meza y Carmelo Algarañaz) cuando más los necesitaba para cambiar el rumbo del encuentro. Guabirá administró el balón en el primer tiempo, pero le faltó claridad; de hecho sus aproximaciones llegaron mediante el balón parado. La más clara fue un cabezazo de Pedro Chávez, quien provocó la volada de ‘Billy’ Viscarra. Oriente tenía como arma la explosividad de Alí Meza, incontrolable cada vez que encaraba al fondo. Sin embargo, el delantero venezolano alcanzó a ejecutar un remate que controló Roberto Acosta, quien más tarde estuvo atento para achicarle el ángulo a Pedro Azogue. Al filo del descanso, Carmelo Algarañaz anotó el 0-1 con un tiro cruzado dentro del área gracias a la pasividad de sus marcadores. LIQUIDÓ SOBRE EL FINAL En el segundo tiempo, Oriente se apoderó de la pelota gracias al trabajo de Pedro Azogue, Damián Lizio y Marcel Román, aunque sin imaginación en el pase final. Guabirá carecía de salida y perdía la pelota con facilidad, pero la historia cambió con el ingreso de Juan Carlos Montenegro, quien oxigenó el mediocampo y además niveló el marcador con un toque suave tras un pase de Carlos Saucedo (69’). Oriente sintió el golpe sicológico y trató de reaccionar pero sin causar peligro al arco de Roberto Acosta. En cambio, Guabirá liquidó el duelo en un tiro de esquina: Carlos Saucedo bajó la pelota con el pecho y definió con un toque sutil para el 2-1 a los 83 minutos.