lunes, 30 de noviembre de 2015

Lesionado Darwin Ríos, jugador de Guabirá, se fracturó la tibia y estuvo 35 minutos tirado en la cancha del Tahuichi



Darwin Ríos Pinto (Santa Cruz, 25 de abril de 1991) reposa desde el jueves a mediodía en su casa de Okinawa —municipio ubicado a 80 kilómetros al noroeste de Santa Cruz— tras haber sido operado con éxito de una fractura de tibia de su pierna izquierda.

Volvió a sonreír, está feliz e ilusionado con volver a las canchas; aunque el lunes 23 —una semana atrás— vivió uno de los momentos más difíciles de su vida en el partido que su equipo Guabirá le ganó 3-0 a Real Pari —club que ofició de local— en el estadio Tahuichi Aguilera, por el Nacional B Copa Simón Bolívar. A los 26 minutos del primer tiempo, el delantero se lanzó con las piernas para intentar conectar un centro, lo hizo con tan mala suerte que su pierna izquierda fue a golpear contra uno de los palos del arco.

En ese instante Ríos ya presentía que algo grave le había pasado, el dolor era insoportable: se había fracturado la tibia. De inmediato recibió la asistencia del médico de Guabirá, Javier Padilla, pero era necesario llevarlo a una clínica; lamentablemente no había una ambulancia —no apareció nunca— y, lo que es peor, ni siquiera una camilla.

“Fue un calvario estar ahí”.

Recuerda que el dolor era intenso, pese a que el doctor del club le había colocado un calmante. “Eso me ayudó un poco, pero todavía sentía dolor y rabia a la vez, me daban ganas de pararme e irme porque no recibía el auxilio que necesitaba. Obviamente no podía ni moverme”.

Permaneció así, botado en la cancha del Tahuichi, durante unos 35 minutos. Incluso con muestras de dolor y con lágrimas en los ojos le dijo al periodista de un canal de Santa Cruz: “Es una vergüenza hermano, estoy acá más de media hora y no llega la ambulancia”.

Un hincha de Guabirá logró ingresar con su vehículo hasta la pista atlética del escenario y en una camilla improvisada, fabricada en ese momento, el jugador fue trasladado a un centro médico.

“Nunca había tenido una lesión tan grave y lamentablemente no pude contar con la asistencia médica debida”.

Como los dirigentes de Real Pari, los responsables del tema de la ambulancia y también de la seguridad “no hacían nada y tampoco los nuestros, un hincha se ofreció a ayudarme, trajo su coche, incluso mi hermano (Miguel Ángel) y el canchero del estadio me ayudaron. La verdad es que estoy muy agradecido con ellos tres por el apoyo”.

Hasta ahora desconoce el nombre del hincha que le ayudó.

Después de varias horas de sufrimiento, el martes fue operado en el Instituto de Traumatología, Ortopedia y Dolor (ITOD), por el médico Javier Severiche.“Ahora estoy bien, solo pienso en recuperarse y volver a jugar; pero es lamentable lo que me pasó, no se lo deseo a nadie. No poder contar con una ambulancia ni siquiera con una camilla. Es una vergüenza”.

Algo más grave puede poner en riesgo la vida de las personas

Con la cabeza más fría, Darwin Ríos reflexiona sobre el momento que le tocó pasar el lunes en el Tahuichi Aguilera. Si bien asume que se trató de una lesión grave, considera que su vida no estaba en peligro, pero urge tomar medidas a futuro para casos más graves.

“En esos momentos me sentí impotente sin tener el auxilio que necesitaba, con la rapidez que se requiere en casos así; pero imagínese que haya pasado a otra cosa, un golpe en la cabeza, por ejemplo, y no haya habido una ambulancia, eso sí hubiera sido lamentable”, dice Ríos.

El presidente de Guabirá, Rafael Paz, coincidió al manifestar que “afortunadamente fue una pierna, porque si llega a tocar o comprometer la cabeza y hay que esperar tanto tiempo a la ambulancia la persona se muere”.

Lamentó que al margen de no haber contado con una ambulancia para auxiliar a Ríos, el personal del estadio Tahuichi no permitía el ingreso de una taxi para socorrer a Ríos. “No lo dejaban ingresar al estadio porque era un taxi, y no querían abrir las puertas ni nada. Lo peor fue que no había ni una camilla”.

Ríos agradeció a los dirigentes de Guabirá que lo visitaron en la clínica para ver cómo está, además “me anticiparon que van a correr con todos los gastos, sobre todo los de la recuperación”.

La norma no existe para el Nacional B

Rafael Paz, el presidente de Guabirá, calificó como “algo penoso para el fútbol boliviano” lo que se vivió el lunes en el estadio Tahuichi Aguilera. “Cómo es posible que para un partido del Nacional B no exista una ambulancia ni una camilla ni seguridad en el estadio”, expresó molesto.

Lamentó que el torneo, el segundo en importancia en el fútbol boliviano después de la Liga, no cuente con una norma referida al tema de seguridad. “En la reglamentación no se contempla nada de eso. En la asociación hay, en la Liga hay, y en el Nacional B no existe eso”.

Urge que la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), conjuntamente con la Asociación Nacional de Fútbol (ANF), establezcan normas para este torneo en esos temas. “Tiene que reglamentarse, porque esto es un peligro, es una guillotina como se dice, puede pasar cualquier desgracia y no solo con los jugadores, pues hay hinchas que se fatigan, les viene un infarto, les viene cualquier cosa”.

Lo que sucedió en Santa Cruz no ocurre en otros departamentos y tampoco en el caso específico de su club en Montero, donde sí se cuenta “con la seguridad necesaria, ambulancia, camilla y presencia policial”.

Dijo que su club mandó una carta a la FBF para que de inmediato se implementen estos aspectos en todos los estadios.


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