Un viejo conocido de estas lides (Guabirá) y otro nóbel (Royal Pari Sión), tienen como meta el ascenso a la Liga del Fútbol Profesional Boliviano, una vez que ambos quedaran clasificados como representantes del fútbol asociado cruceño el pasado lunes.
Los rojos como campeones, jugarán en forma directa el Nacional B, en tanto que los azules primero jugarán la denominada Copa Bolivia, etapa que deben superar para recién llegar al tramo definitivo.
Guabirá. El equipo del norte cruceño, que preside Rafael Paz Hurtado, buscará por sexta vez su ascenso a la Liga, luego de haberla perdido el año pasado.
Con la lección aprendida, Paz ha prometido hacer las cosas de otra manera y para ello, una vez asegurado el título, puso manos a la obra a fin de llegar con un equipo bien ensamblado a esa instancia, es por eso que los llamados "refuerzos" primero deberán demostrar sus condiciones antes de firmar sus contratos. Él mismo informó que llegó un defensor paraguayo y está por llegar otro, ambos serán evaluados por el entrenador Federico Justiniano, quien dirá la palabra final para que se queden.
A la par del Nacional B, los rojos jugarán también el torneo de la ACF, tal como ha ocurrido en la pasada temporada.
Royal Pari Sion. Al principio causó sorpresa, pero a medida que pasaron las fechas la campaña de Royal Pari Sión demostró que no lo era hasta llegar a disputar de tú a tú el título del torneo con los rojos en el tramo final.
La llegada del paraguayo Buenaventura Ferreira como entrenador fue la primera demostración que la dirigencia había puesto en marcha su proyecto, primero como una institución y luego con la ambición de llegar a la Liga.
El mismo Ferreira lo dijo cuando tomó el mando del equipo.
Es cierto que en la primera rueda del torneo asociacionista no le fue tan bien pero a medida que fue transcurriendo la segunda, comenzó una levantada extraordinaria hasta llegar al Hexagonal final.
Ferreira adelantó que llegarán refuerzos pero no dijo nombres.
Ascensos a la liga comenzaron hace más de 20 años
El fútbol nacional y sus estructuras sufrieron un cambio radical a partir del nacimiento de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano allá por agosto de 1977.
La Copa Simón Bolívar, el máximo torneo organizado por la FBF, cuyos campeones clasificaban a la Copa Libertadores de América, se jugó por última vez en 1976 y como hubo disputa encarnizada FBF-Liga, por adjudicarse los premios internacionales, se olvidó de algo elemental que deben tener todos los torneos de fútbol en el mundo, los ascensos y descensos.
Durante 12 años (1977/88) no los hubo, la Liga solo cambiaba los equipos que quedaban en el último lugar por el campeon de la Asociación a la que pertenecía.
La Copa Simón Bolívar, totalmente devaluada, se restableció en 1989 pero tampoco los campeones ascendían ni obtenían premio alguno.
Recién a partir de 1993 es cuando se determina (acuerdo Liga-FBF) que los campeones tengan como premio el ascenso a la Liga, mientras que los que quedaban segundo jugaban con el penúltimo de la Liga, los llamados ascensos indirectos.
Sin embargo, en 22 años de torneos, la Copa Simón Bolívar también ha tenido muchos cambios en su formato y uno de ellos, hace ya tres años, es la incorporació de la Copa Bolivia, que juegan los subcampeones, pero antes es el torneo Nacional Provincial como un preámbulo.
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