miércoles, 9 de mayo de 2018

Antelo y un proyecto que promete más

Guabirá es un equipo vertical que ocasiona varias jugadas ofensivas en cada partido. Ayer no fue la excepción, pero también cada vez que defiende no lo hace con solvencia.

Fiel al estilo del entrenador Víctor Hugo Antelo frente a la Liga Deportiva Universitaria de Quito, no retrocedió y buscó en varios pasajes del partido intercambiar ataque por ataque.

Sin embargo, a pesar de convertir goles, llegar en varias ocasiones de peligro, se expone a los contragolpes y los errores no forzados de los defensores origina las anotaciones del equipo contrario.

Antelo no cambiará su estilo de juego, que tendría mejor resultado en un plantel con jugadores de mayor jerarquía, pero el proyecto de Guabirá recién comienza y mantenerlo para mejorar las presentaciones internacionales.

En poco tiempo, Antelo tuvo la opción de consolidar a varios jóvenes con el talento. Es el caso de Juan Carlos Montenegro, un volante con habilidad, que desequilibra con los regates y tiene personalidad.

Con 21 años, sufrió una rotura de ligamento interior y menisco externo de la rodilla derecha, lo que derivó a dejar el campo de juego por ocho meses.

Montenegro jugó ayer y mostró sus cualidades para colaborar con uno de los goles.

También se destaca el rendimiento de Jorge Lovera, un mediocampista de contención con llegada y buen remate de media distancia.

Además de Jorge Pizarro que anotó un tanto en la llave contra los ecuatorianos.

Antelo y la dirigencia montereña deberán mantener un proyecto que comenzó a dar buenos resultados, pero todavía falta para mantener regularidad en el rendimiento colectivo y en los resultados.

Los equipos denominados “chicos” se les hace difícil mantener a jugadores jóvenes que destacan, debido que las ofertas con mejor remuneración económica ronda en cada inicio de temporada, pero al mantener un proyecto serio hará que todos los protagonistas se mantengan comprometidos con el objetivo grupal.

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