Juan Alberto Maraude llegó a Bolivia hace 11 años como un perfecto desconocido. Su primer club fue Royal Obrero, de la Asociación Tarijeña de Fútbol y a partir de ese momento su carrera fue ascendente gracias a que es muy amigo de las redes, porque pese a su pequeña estatura es un peligroso delantero dentro del área y, aunque parezca irónico, su especialidad son los goles de cabeza.
En el Nacional B lleva anotados 10 tantos, de los cuales seis fueron en la liguilla final que se viene disputando. Dos de esos goles los marcó hace ocho días a su exequipo Ciclón, que sorpresivamente observó su actuación y hasta presentó una impugnación indicando que el argentino está mal habilitado.
¿Qué tan cerca ves el ascenso de Guabirá a la Liga?
Venimos haciendo bien las cosas para lograr los objetivos que nos hemos trazado. Estamos por buen camino, pero somos conscientes de que nos quedan cuatro finales en las que puede pasar cualquier cosa, pero jugando de la forma que lo venimos haciendo creo que podemos lograr el ascenso y dar esa alegría a la gente de Montero.
¿A qué se debe la buena campaña en el Nacional B?
La regularidad que hemos tenido desde la primera fase ha sido importante; en principio nos costó un poco, pero después el entrenador (Claudio Chacior) encontró el grupo que buscaba y por eso entramos en cualquier cancha a jugar de la misma manera.
¿Sienten el apoyo de la hinchada?
Yo, que vivo en Montero, siento el entusiasmo y el cariño de la gente, pero eso no se traduce con su asistencia a la cancha. Sería lindo jugar los partidos con estadio lleno y no con 6.000 o 7.000 personas, como lo venimos haciendo actualmente. En eso la gente está un poquito en deuda.
¿La dirigencia les da la tranquilidad que necesitan en el aspecto económico?
En ese sentido estamos tranquilos, la dirigencia a la cabeza de don Rafael Paz no nos ha fallado en nada, al contrario, nos está cumpliendo con todo lo que se comprometió; la verdad que es un presidente de palabra, no hay muchos como él. Desde que estoy en Bolivia no he visto un dirigente así, porque nos cumple con los sueldos, los premios y con toda la parte económica.
¿Cómo son las condiciones de trabajo en Guabirá?
Bien, no nos falta cancha, pelotas y todo el material de entrenamiento que se necesita para hacer un buen trabajo, como debe ser en un equipo profesional. Ese esfuerzo de la dirigencia es importante.
¿A qué otro equipo ves como candidato al ascenso?
Sin duda que Ciclón, he visto que tiene un buen equipo, cuando jugamos con ellos en Montero demostraron tener un buen juego y seguramente van a pelear hasta la última fecha el ascenso. No hay que descartar también lo que vienen haciendo Real Santa Cruz y Sport Boys.
¿Enfrentar a Ciclón hace una semana fue algo especial para vos, porque fue tu anterior equipo?
Sí, seguro, cuando jugué contra ellos y marqué los dos goles sentí algo raro porque la hinchada de Ciclón me quiere mucho, siempre me hizo sentir bien, incluso en mi última estadía, que fue el año pasado por tres meses. Yo también siento algo especial por Ciclón, pero soy un profesional y ahora me debo a Guabirá.
Ciclón impugnó ese partido con Guabirá porque supuestamente nunca firmó la conformidad para que juegues en el equipo montereño...
Siento un poco de bronca, pero estoy tranquilo porque siempre me manejé con honestidad en todos los clubes donde estuve. Se están hablando cosas que no son, como que yo habría falsificado firmas y cosas por el estilo. Ya hablé con mi abogado aquí (Montero) y con mi abogado en Tarija, y vamos a hacer una contrademanda para que este tema se aclare, para que mi imagen quede limpia. Yo cuando firmo un contrato automáticamente pido el contrapase para después irme tranquilo, siempre lo he hecho así, y en esa oportunidad, el presidente de Ciclón (Álvaro Ruiz) fue quien me entregó el documento con todas las firmas; si hay falsificación, la deben haber hecho ellos, no mi persona.
¿Te fuiste bien de Ciclón el año pasado?
Sí, incluso yo quería quedarme en Tarija por mi familia, ya que mi esposa es de allá, pero la dirigencia me explicó que era un jugador muy caro y que no tenía posibilidades de renovarme el contrato; además, el técnico Gustavo Romanello me dijo que no iba a contar conmigo, así que apareció la posibilidad de venir a Guabirá y lo hice gustoso.
¿Por qué creés que está actuando así el club tarijeño?
Hay gente envidiosa, hay muchos que no me conocen como soy y actúan con envidia y me quieren hacer daño a mí y a Guabirá. El otro tema es que Ciclón hace muchos años que viene intentando subir a la Liga y no ha podido cumplir su objetivo, así que ahora lo quiere hacer de cualquier manera y mucho más ganando los puntos disputados en Montero, que les sería de gran utilidad. No me parece bien lo que están haciendo, pues en su momento me jugué la vida por esa camiseta (la de Ciclón).
¿Te distrae esta situación?
No, yo estoy tranquilo, soy una persona con mucha experiencia, así que eso no me afecta. Estoy abocado al trabajo de Guabirá para aportar con mi fútbol, que fue para eso que me trajeron. No me distrae nada, porque además estoy seguro de que no hice nada malo.
¿Tu contrato con Guabirá hasta cuándo es?
Termina el 1 de junio. Hay una cláusula, que dice que en caso de que ascendamos a la Liga, Guabirá tiene la prioridad, pero de momento estoy mentalizado en trabajar junto con mis compañeros y después habrá tiempo para ver qué pasa.
Contanos un poco de tu pasado. ¿Cómo fue que llegaste a jugar en Bolivia?
A mis 17 años, un empresario me llevo a jugar a Rosario; estuve ahí unos años y luego él trajo unos jugadores a Bolivia y me habló de la posibilidad de ir a Tarija, y fue así que llegué a Royal Obrero, con el que salimos campeones locales y jugamos la Copa Simón Bolívar.
¿Siempre jugaste de delantero?
En Argentina jugaba como enganche y desde que llegué a Bolivia me desempeñé como delantero porque tengo una buena ubicación en el área, por eso la mayoría de mis goles los he marcado dentro del área.
¿Tu estatura (1,69 m) es un punto en contra?
Más bien le saco provecho. Muchas veces los defensores no me dan mucha importancia, y eso lo sé aprovechar muy bien, el claro ejemplo es que buena cantidad de mis goles son de cabeza.
¿Cómo calificás tu paso por Real Mamoré en 2007, en 2010 y en 2011?
Muy importante, marcó mi carrera, ya que en el tiempo que estuve ahí anote como 80 goles, y eso no pasa desapercibido para nadie. Gané mucho en lo deportivo, me hice de un nombre, pero no así en lo económico porque casi nunca cobrábamos; aun así le debo mucho a la gente de Trinidad, por ese cariño y por la oportunidad que me dio de jugar en la Liga.
¿Qué te dejó Oriente?
El primer semestre fue bueno, marque 11 goles. Me fue bien en lo personal y a nivel equipo con Buenaventura Ferreira como técnico, pero después, en el segundo torneo las cosas cambiaron, me lesioné, llegó ‘Tucho’ Antelo como DT y no tuve ya muchas posibilidades de jugar, por lo que lamentablemente no terminé como hubiese querido.
En 2009 jugaste en Alianza Atlético de Perú. ¿Por qué estuviste ahí solo un año?
Tuve una temporada regular, el problema fue que ese equipo tenía un técnico que era algo especial con los extranjeros y no nos llevábamos bien, incluso en el último partido tuvimos una discusión y después la dirigencia le renovó contrato, y lógicamente me dijo que no iba a contar conmigo. Con ese equipo jugué la Copa Sudamericana.
En el segundo semestre de 2011 te fue mal en San José...
Fue el paso más triste de mi carrera, creo que fue del único club del que me fui en deuda. En Oruro me pusieron todas las condiciones, firmé mi contrato y justo antes de comenzar el campeonato sufrí rotura de menisco y cartílago de la rodilla, así que me tuve que ir y arreglé con Ciclón los últimos meses de la temporada 2011-2012.
¿Qué es lo más lindo que te ha dado el fútbol?
Mi familia. Me ha dado una esposa maravillosa en Bolivia y dos hijos que son los que están conmigo siempre en las buenas y en las malas. Además, el fútbol me ha dado buenos amigos.
¿Y lo peor que has sufrido como futbolista?
La lesión que sufrí en la rodilla. Después de ser goleador con Real Mamoré, me fui muy ilusionado a San José y me lesioné, incluso pensé en dejar el fútbol. La otra tristeza grande que tengo es no haber podido ascender con Ciclón a la Liga.
¿Qué harás cuando dejés el fútbol y dónde vivirás?
Ya está definido que me iré a vivir a Tarija, de donde es mi esposa. Yo seguiré ligado al fútbol, aunque no me veo como técnico, mi idea es aportar a Bolivia poniendo una escuela de alto rendimiento para que los chicos que quieren ser futbolistas tengan todas las condiciones
EL PERFIL
Un delantero con olfato de gol
Fecha de nacimiento 11/01/81
Lugar resistencia (Argentina)
Estatura: 1,69 metros
Año del debut: 1997
Club del debut: Chaco For Ever, de Argentina
Apodo de jugador: ‘Beto’
Esposa: Daniela Cano
Hijos: Jesús (5 años) y Luciano (2)
Posición: delantero
Equipos donde jugó: Chaco For Ever y Argentino de Rosario (Argentina), Royal Obrero, Atlético Bermejo, Ciclón, Real Mamoré, Oriente Petrolero, Atletico Alianza (Perú), San José y Guabirá.
A los seis años comenzó a jugar en el club Atlético Villa Alvear; en ese equipo se formó durante 11 años, hasta que saltó a Chaco For Ever.
Ciclón. Se identifica con el equipo albiceleste, que le sirvió de palestra en 2006 para llegar a jugar en la Liga.
Real Mamoré. Jugó en el equipo beniano en 2007, en el que tuvo una excelente temporada y acabó goleador con 23 tantos.
Oriente Petrolero. En 2008 su rendimiento fue de más a menos debido a las lesiones. Con la casaca albiverde jugó el clásico.
San José. Llegó en un buen momento a Oruro en 2011, pero en julio se lesionó de la rodilla y se tuvo que marchar.
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